No sabes cómo pero te depiertas por la mañana y caes en la cuenta que hoy es un día especial. Muy especial... ¡Y es que de nuevo volvemos a empezar! Es viernes, tenemos dos días por delante para disfrutar haciendo lo que más nos gusta y eso mola. Como si de una inyección de buen rollismo y vitalidad fuera, uno siente más energía de lo normal. Y la buena música llega para acompañarnos en todos esos momentos...
No importa que durnte toda la semana haya diluviado en tu ciudad, arrastres la resaca del fin de semana anterior o que los 5 días laborales te hayan pasado muy lentamente. Hoy por fin puedes gritar a los cuatro vientos que es viernes, así que el descanso, el salir con los amigos y hacer lo que a uno le plazca es lo importante aquí. Pero hagas lo que hagas, vayas donde vayas, siempre te acompañará la buena música.
Con la reciente publicación de The New Classic por un lado y de No Mythologies To Follow por otro, discos de Iggy Azalea y Mø respectivamente, pensábamos que pasaría una larga temporada antes de que pudiéramos escuchar algo nuevo de ambas, estábamos equivocados.
En realidad, no hablamos de canciones nuevas para la australiana y para la danesa, sino de una única colaboración que le debemos a Azalea quien, en esa moda de lanzar reediciones de álbumes que no llevan demasiado tiempo en el mercado (abril de este año), pondrá en circulación a finales de noviembre Reclassified con 5 temas nuevos.
No sé qué haría sin música. Es como el aire que necesito para respirar: me transmite buen rollo, me evade de los problemas y me sirve como conducto para descargar toda la adrenalina que a veces acumula mi cuerpo. Baila y celebra que estás en las puertas de un nuevo fin de semana. Y si no sabes cómo hacerlo he aquí una buena manera: escuchando nuestra lista semanal.
A estas alturas, la australiana Amethyst Amelia Kelly, más conocida por todos como Iggy Azalea, necesita pocas presentaciones. Temas como ‘Pu$$y’ o ‘My World’ son de sobra conocidos por cualquiera que esté medianamente pendiente de la actualidad musical.
Y, aunque no solamos tener la imagen de una chica blanca y rubia como el prototipo de rapera, eso es exactamente lo que ella hace, rapear, aunque para públicos algo menos exigentes que los habituales de los ritmos urbanos, claro.