Hay un calabacín en mi postre y ¡está de muerte lenta!
Hay alimentos, como el calabacín, que están encorsetados en ciertas categorías y que cuesta imaginar en elaboraciones que no sean las propias, pero que funcionan a las mil maravillas en otros entornos. Esto le ocurre al calabacín, una hortaliza que asociamos con platos salados por defecto. Por eso nos sorprendemos cuando nos topamos con postres que llevan al calabacín como ingrediente principal y, más aún, cuando los probamos. Porque la cosa funciona y de qué manera.
Para los que son lanzados en la cocina, el uso del calabacín en postres puede no ser nada nuevo, aunque es probable que recuerden el momento en que vieron y/o probaron un dulce con calabacín por primera vez. Así como es también bastante posible que el día que decidieran emularla en sus casas no desvelaran a sus comensales que ese postre tan bueno que se estaban zampando llevaba calabacín. Porque eso de escuchar "hay un calabacín en mi postre y ¡está de muerte lenta!" y ver las caras de sorpresa gusta. Y mucho.
Cinco sorprendentes postres con calabacín que están de muerte lenta
Si sois de los que disfrutan rompiendo con lo establecido con vuestras creaciones, entonces estos cinco sorprendentes postres con calabacín os van a dar juego. Cualquiera de ellos es digno de entrar en vuestras cocinas y comedores, asi que pasad, mirad, relaméos y lleváos los que queráis. El placer está servido.
1. Waffles de calabacín y chocolate belga
Atrás han quedado los tiempos en los que los waffles o gofres solo se podían comprar en los puestos ambulantes de las ferias. Poder hacerlos en nuestras casas ya es un punto a su favor y si decidimos sobre sus ingredientes incorporando el calabacín para hacerlos más saludables, entonces nos podemos dar el capricho con más frecuencia sin sentimientos de culpa.
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2. Pastel de calabacín y limón relleno de crema de earl grey
A pesar del dicho "una imagen vale más que mil palabras", no hace falta ver la foto. Basta con leer el nombre de este pastel para intuir cómo debe de estar. Capas y capas de bizcocho de calabacín, bien jugosito, intercaladas por crema de té earl grey. Algo de trabajo lleva, eso sí, de modo que ármense de paciencia quienes se animen con el.
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3. Muffins dulces de zanahoria, calabacín y nueces
Aunque ya no nos extraña encontrar zanahoria entre los ingredientes de recetas dulces, no hace tanto tiempo que levantábamos las cejas al oirlo. Es muy probable que ocurra lo mismo con el calabacín, pero de momento cuesta un poquillo digerirlo. Eso sí, juntar ambas hortalizas en un mismo bocado nos hace más proclives a querer probarlo. Porque, admitámoslo, suena muy bien.
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4. Bundt cake de calabacín con glaseado de naranja
Un ingrediente secreto y otro muy a la vista. Un ingrediente que no se nota al gusto pero que da una jugosidad extrema. Otro que nos agrada a la vista y al paladar. Dicen que este bizcocho de nombre impronunciable -o casi- es extremadamente delicado en su sabor y particularmente adictivo cuando lo pruebas. A mi, con esto, ya me lo han vendido ¿y a vosotros?
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5. Tarta de chocolate y calabacín
Cerramos el recorrido con un dos por uno. Un bizcocho que se puede convertir en tarta con vestirlo un poco. Si andamos cortos de mañan, pues lo dejamos pelado y tan contentos. Pero si no es el caso y decidimos desenfundar las mangas pasteleras, seguro que nos dan la matrícula de honor. Eso si, nada de decir que lleva calabacín hasta que no se la hayan zampado entera. Cosa que seguro que pasa.
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