Los relojes inteligentes, o smartwatches en el lenguaje más cool, llevan un tiempo desembarcando sin terminar de hacerlo. Hoy por hoy, propuestas como las de Samsung o Sony no terminan de cuajar; quizás por precio, quizás por desconfianza, el caso es que el público en general no termina de lanzarse a por unos relojes bastante aparatosos, demasiado caros y con escasa autonomía.
En eso, quizás les lleve ventaja Pebble, el que podríamos considerar “decano” de los smartwatches. Un reloj quizás menos vistoso, pero que, por ahora, ha demostrado ser más práctico (su batería dura mucho más), polivalente (se puede usar tanto con Android como con iOS) y económico (cuesta poco más de 100 euros).
Pero Pebble tenía hasta ahora una pega: su aspecto. A muchos, esa correa de plástico les echaba para atrás, la esfera, con una pantalla en triste blanco y negro debido a la tecnología que emplea, la misma que la de los libros electrónicos, y una caja, que da la sensación de fragilidad y mal acabado tampoco ayudaban precisamente.
Pero eso es cosa del pasado, al menos en lo que a look & feel se refiere, porque la marca que consiguió hacer buenos los proyectos kickstarter ha decidido ir un poco más allá lanzando el Pebble Steel.
Estamos de acuerdo en que la pantalla sigue siendo la misma, aunque pensadlo: ¿queréis estar cargando el reloj más de una vez al día como ocurre con los de Sony o Samsung, o preferís poder disponer de él 7 u 8 días sin preocuparos del cargador? Mejor lo segundo, ¿no? Pues eso se lo debemos a la elección de este tipo de pantalla.
Donde realemente encontramos el nuevo encanto del Pebble Steel es en su acabado en acero. Podeís olvidaros de su correa “plasticosa” y de esa caja que aparente fragilidad: el Steel tiene todo lo que hace bueno al Pebble a secas pero le añade la clase de un reloj de acabados metálicos.
Eso sí, la pantalla ahora viene protegida por el indestructible Gorilla Glass de Corning y, si a eso le sumamos que lo tenemos en acero pulido o en negro y que el tamaño de sus correas es el estándar, para que podamos cambiarlas por las que nos apetezca, tendremos reloj para rato y podremos incluir la piel entre los materiales con los que el Pebble se lleva bien. A mí al menos, me gusta más con correa en piel.
Con el Pebble además, se pueden hacer infinidad de cosas, así que el precio de esta nueva serie metálica, de unos 249 dólares no parece excesivo para las posibilidades que ofrece un reloj así. Así que, si os entra por el ojo, podéis ir haciendo vuestros pedidos en la página oficial, no os vayáis a quedar sin el vuestro a mediados de febrero, cuando empiece a enviarse.
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