Para andar por la ciudad sobre ruedas, lo mejor es hacerlo sin complicaciones. Una bicicleta o una moto están bien, pero si lo nuestro es no arriesgar el tipo ante caidas inesperadas y necesitamos un plus de espacio, para poder ir tranquilamente a hacer nuestras compras o acompañados de amigos o familia, lo mejor es pensar en un utilitario como el Toyota Aygo, cuya segunda generación, presentada en el reciente Salón de Ginebra puede ser lo que necesitamos.
De nuevo desarrollado junto a Citröen y Peugeot, el nuevo Aygo está pensado para no dejar a nadie indiferente: o lo adoras o lo odias, no hay término medio y, ahora que se parece mucho menos a los modelos “equivalentes” de las marcas francesas (108 y C1), el japonés será más que nunca inconfundible a su paso por la ciudad.
Nuevo Aygo: sin complicaciones
Toyota ha querido además llevar la filosofía del utilitario sin complicaciones al extremo, dejándonos pocas opciones donde elegir, con un único motor de gasolina, 1.1 y 69 Cv. Eso sí, si que nos dejan escoger entre carrocería convencional y otra con techo plegable de lona, que los días primaverales de sol, como estos, ya se sabe que lo mejor es estar en una terracita, y sí vamos adelantando “trabajo” mientras llegamos, mejor que mejor.
También nos dejan elegir entre cambio manual y automático, por sí eres de los más sibaritas y quieres ahorrarte el andar trasteando con la marchas.
Y por supuesto, en un coche como este, el diseño no se deja al azar, y se nos permite personalizar algunos aspectos de sus acabados exteriores, para que nuestro Aygo refleje también nuestra personalidad allá por donde pase.
Practicidad a la máxima potencia
Pero, sí ya por fuera este nuevo Aygo llama la atención, por dentro no se queda en menos y su enorme pantalla táctil, en la consola central llama la atención para un coche de estas características y se llevará todas las miradas a través de sus ventanillas. En ella y gracias a su conexión con el smartphone, se pueden ver reflejadas algunas de las funciones de éste.
Por lo demás, y como era de esperar, el Aygo crece un poco, ganando habitabilidad y espacio en el maletero, para que no haya que dejarse nada sin comprar en el super, e incluso se puedan hacer viajecitos en los que mostrar orgullosos a nuestro pequeñín gracias a sus consumos contenidos.
Ahora sólo queda esperara a este verano para poder hacernos con nuestro Aygo o ver sí somos de los que lo adoran o de los que lo odian.
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