Seguro que más de una vez os habéis tomado un Frappuccino en un Starbucks, o un café Frappé en cualquier otro sitio (la marca Frappuccino es propiedad de Starbucks, que la adquirió junto a The Coffee Connection en 1995), y os habréis preguntado ¿cómo puedo hacer un Frappuccino o un café Frappé en casa? Pues bien, a continuación tenéis la respuesta.
Antes, un poco de historia
El café frappé es originario de Grecia, donde es muy popular desde su invención por casualidad en 1957, cuando un empleado en la feria de comercio de Tesalónica no encontraba agua caliente para su café, y usó una coctelera empleada para la presentación de un cacao instantáneo de Nestlé para prepararse su café instantáneo con agua fría.
Así, el frappé es un café con hielo cubierto con abundante espuma, elaborado a partir de café instantáneo. Su nombre proviene de la palabra francesa frappé, que significa helado y agitado, pues se prepara con agua fría y hielo en una coctelera.
Este café frappé es la base de lo que los americanos beben como frappuccino o frappé, solo que allí se elabora con café normal y leche, espuma de leche o incluso helado -dependiendo de la cremosidad buscada- y coronado normalmente por un montón de nata montada y sirope de chocolate o de caramelo. Este es el que vamos a preparar nosotros.
Ingredientes
- Un cappucino o ,en su defecto, un café con leche, azúcar, nata montada, sirope de chocolate (o de caramelo) y hielo picado. Opcionalmente, helado de nata, chocolate o vainilla.
Elaboración
Empezamos preparando el cappuccino, ya sea con una máquina de cápsulas o con nuestra cafetera espresso con vaporizador. Dejamos que se enfríe un poco y lo colocamos en un recipiente adecuado para la batidora.
Ahora añadimos azúcar al gusto, hielo picado abundante y, si queremos que quede más cremoso, un poco de helado de nata (o de chocolate o de vainilla) o un poco de nata montada. Batimos bien hasta que el hielo se pique y servimos en un vaso alto.
Por último, decoramos con abundante nata montada y sirope de chocolate o de caramelo, y servimos con una pajita y una cucharilla.
Tiempo de elaboración | 10 minutos
Dificultad | Fácil
Degustación
Lo bueno del frappuccino o el café frappé, es que además de ser delicioso y refrescante, es fácil de preparar, y admite muchas variaciones en función de nuestros gustos. Mi versión ideal es sin nata o helado en la mezcla, porque es más ligero y refrescante, pero los más golosos agradecerán la cremosidad extra que aporta.
Imagen | Wikimedia Commons
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