En Apple el diseño lo es todo. Cada nuevo producto que Cupertino lanza al mercado tiene un diseño estudiado hasta el más mínimo detalle. No sólo para funcionar a la perfección; también para gustar y enamorar al mayor número de personas posible. Eso en China lo saben, vaya si lo saben, y por eso posiblemente, Apple sea una de las marcas más copiadas por las de aquel país.
Pero Apple también es una de las marcas de tecnología más caras, y ese pequeño detalle, junto a otros como que la marca sea tan cerrada, uno de los que podrían empujar a gente interesada en los diseños de la marca de la manzana mordida a comprar smartphones como el Meizu M1 Note.
Para definir a este nuevo terminal de la marca china no hay que hacer demasiado esfuerzo: imaginaos un iPhone 5C, del tamaño de un iPhone 6 Plus, y metedle un Android en sus entrañas con una capa de personalización para que en su pantalla también se parezca al iPhone y voilá: ya tenemos este M1 Note.
Porque, en el Meizu M1 Note, hasta los colores son exactos a los del iPhone 5C. Menos mal que en el interior, este smartphone es al menos más potente y, en teoría, ofrece unas prestaciones mejores que las del viejo terminal de Apple.
Dos Gb de RAM, cámaras de 13 y 5 megapíxeles, resolución de pantalla de 1080p y procesador octa core de 64 bits es lo que podemos encontrar en su interior, junto con la posibilidad de comprarlo con 16 o 32 Gb de almacenamiento sin posibilidad de ampliar con tarjetas de memoria, ojo.
Pero el verdadero argumento para hacerse con un M1 Note está en el bolsillo, claro. Porque, sin saber a qué precio se venderá fuera de China, si que sabemos que allí, al cambio está saliendo por unos 130 ó 160 euros según la capacidad de almacenamiento… Una ganga que, de no ser porque aún no está disponible para nosotros, se hubiera convertido en un regalo perfecto para las navidades.
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