Como su nombre indica, este nuevo restaurante está lleno de secretos que merece la pena revelar. El primero, su ubicación, en las profundidades del número 4 de la Calle San Blas, en el barrio de Las Letras. Y digo en las profundidades porque, lo mejor de este local que ni si quiera las tropas de Napoleón descubrieron, te espera bajo tierra.
Durante décadas, desde el siglo XVII, fue una insigne bodega hasta que la Guerra Civil lo convirtió en refugio. Hoy, lejos de invasores megalómanos y tiempos bélicos se ha reinventado en un restaurante que, además de por su cocina, merece ser visitado por su original (y cambiante) puesta en escena.
El espacio es amplio y laberíntico y se muestra desnudo, como debió ser antaño. Tan sólo ladrillo visto, piedra y mortero recubren las paredes y los sinuosos techos de sus bóvedas. Hay decenas de rincones en los que poder cenar o descubrir la instalación de algún joven artista. Las piezas vintage se dan la mano con otras de aire más actual. Salvo por algunos reconocibles objetos de Ikea, la decoración resulta sorprendente e interesante. Un buen aliño para los platos que salen de la cocina.
Otro de los secretos mejor guardados de esta bodega tiene nombre de mujer. Cristina Vila, para ser más exactos. Una fusión de mâitre y relaciones públicas que te recibe con una gran sonrisa mientras desciendes los peldaños de la escalera te lleva hasta las entrañas de este peculiar rincón del Madrid subterráneo.
Como buena anfitriona hace y deshace, con invisible habilidad, para que te sientas como en casa. Personalmente me ganó cuando se le ocurrió servirme mi sempiterna Fanta de naranja (sí, lo reconozco, me gusta la Fanta) en copa de cocktail. Un guiño simpático que le dio más glamour al momento del aperitivo y demuestra su natural atención por los detalles.
Si puedes, reserva mesa en alguna de sus hornacinas. La sensación de privacidad es total ya que estás completamente resguardado dentro de una de las antiguas cavas donde se almacenaban las botellas. Tanto para una cena romántica como para un grupo de amigos (6 máximo), cualquiera de ellas es un lugar privilegiado.
Y, puestos a elegir qué comer, una carta corta y concisa ayuda a la elección. Cuatro platos por categoría en los que encontrarás desde exquisitas croquetas hasta un delicioso fumé de salmón Carpier y anguila, maridado con champán rosé o alcachofas con foie. Entre los segundos, el arroz, las carnes y pescados rivalizan entre sí. Doy fe de que el solomillo con salsa de trufa o el bacalao confitado están deliciosos. Y en el postre, para aligerar, te recomiendo la sopa de fresón con helado de yogourt.
Para finalizar, los amantes de los Gin Tonics, están de suerte. Podrán disfrutar de una amplia selección de ginebras y tónicas. Quizá, tras algunos sorbos los secretos mejor guardados empiezan a desvelarse... No te apures, no es mal sitio para revelar secretos. Estás a dos metros bajo tierra y con muros que son muy discretos. Si esas paredes hablaran...
Sitio Oficial y Fotos | La bodega de los secretos
Precio Medio | 30 €
En Trendencias Lifestyle | Canela Bakery Coffe, la experiencia gastronómica mas cool de Lugo En Trendencias Lifestyle | ¿No sabes elegir un vino? Aquí tienes un flowchart que te ayudará