Es probable que muchos de vosotros ya los conozcáis porque los vinos Terrible surgieron en 2011 como una iniciativa privada ideada por Iván Morales y Álvaro Castellanos para cubrir la falta de vinos que pudieran defender en la pizarra de uno de sus restaurantes, la Taberna Arzábal. Ahora pueden disfrutarse en Arzábal, A y Lovnis en cuatro variedades.
Por un lado está el vino blanco de la cosecha del 2010, que nace de viñas de diferente edad en el pueblo de Serrada, uno de los pilares de la denominación de origen. En él buscaron la máxima expresión de la variedad verdejo. Se trata de un vino de amigos, ideal para una primera aproximación de la gente al mundo del vino de manera desenfadada. También está el tinto, Ribera del Duero, un vino sencillo, de la cosecha del 2009, honesto, donde lo primordial es su expresividad y el respeto por la fruta. Y después los dos más originales que ahora os presento.
El que más me gusta a mi es Pink Terrible. Esta variedad de vino, realizado manualmente en cajas de 16 kg en la segunda semana de octubre y recogido de los viñedos de más de 60 años de Quemada, requiere dos días a temperatura controlada para su maceración. Procede de una cosecha de 2014 excelente.
Y también está el + Terrible, el más especial, realizado manualmente en cajas de 16 kg en la segunda semana de octubre. Es un gran crianza, que se macera durante 14 días a temperatura controlada mediante ducha. Envejecido durante 12 meses en barricas de roble americano y francés, se recoge en los viñedos de La Horra, de pagos de 50 a 60 años con una producción limitada a 3500 kg por hectárea.
Yo ya he dicho que me quedo con el Pink. Y vosotros, ¿cuál elegís?
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