- Estoy en Valentina, ¿vienes?
¿Quién narices es Valentina? Soy tan despistada que a veces olvido los nombres de personas cercanas a mi círculo, por eso he de vigilar con lo que pregunto. Pero estaba segura que no conocía a ninguna Valentina: me flipa el nombre y guardaría el rostro en mi mente. Pero no, Valentina no es una chica sino el restaurante de moda en Barcelona. Un sitio perfecto para tapear tranquilamente y disfrutar de un patio privado mientras se cotillea con las amigas.
Una gastronomía sencilla, de calidad y cercana que propone platos naturales, con productos frescos del día. Obviamente la decoración hace mucho: es inevitable guiarnos por la primera vista y en este aspecto cumple las expectativas. Tiene mucho gusto y mucho encanto, algo que se agradece.
Disponen de una larga y extensa carta con las tapas tradicionales de toda la vida que gustan por su simplicidad como la ensaladilla rusa, los huevos rotos, una buena tabla de embutidos o mi querido humus (¡soy adicta a él!). Aunque si vamos con los típicos amigos que se quieren cuidar la figura siempre se puede optar por distintas ensaladas o verduras variadas.
Está situado en la calle Déu i Mata y entre sus platos más demandados encontramos el steak tartar y los huevos fritos de payés. ¿Ya tienes plan para el fin de semana?
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