Si hay algo que me gusta es conocer sitios nuevos y probar comidas y especialidades diferentes en cada lugar. No siempre tengo ocasión de ir a todos los locales que me recomiendan, pero hace un par de semanas que sí pude disfrutar de una excelente cena en La Contraseña en el barrio e Chamberí en Madrid.
El restaurante tiene a la entrada una zona de barra y después dispone de un salón central con diferentes ambientes. Hay mesas altas a la entrada y otras bajas, perfectas para parejas o grupos de amigos situadas estratégicamente en la nave central. Un patio cubierto que da paso a una antigua vaqueriza recuperada del barrio de Chamberí.
El espacio, de clara inspiración colonial, contrasta con la frescura de sus camareros y el ambiente cosmopolita y hipster que se respira en La Contraseña. El local nos ofrece la posibilidad de disfrutar de una carta fresca, dinámica, con cocina mediterránea y de mercado, no he tomado todos los platos, obviamente, pero los que probé estaban buenísimos.
La carta es perfecta para pedir varias raciones para compartir, aunque también se puede optar por pedir un plato por persona. Yo suelo preferir la primera opción cuando voy a un sitio nuevo para poder probar así más cosas. Os puedo asegurar que el foie micuit con mermelada de higos, la burrata, las croquetas y los rollitos de capón gallego estaban excelentes.
Los platos no son demasiado grandes, pero para mi eso no es un problema porque soy de las que siempre prefieren dejar sitio para el postre y la carta de postres es tan interesante y original como la de platos, con propuestas realmente sugerentes que rompen con el concepto de postre tradicional al que la mayoría de restaurantes nos tienen acostumbrados.
En la foto sobre estas líneas podéis ver la tarta de obleas con crema y frutos rojos que estaba excelente y había otros muchos postres con nombres que sonaban la mar de bien para elegir. No es un restaurante barato, pero la relación calidad precio es razonable, porque el ambiente es ideal, el servicio es rápido y agradable y la comida está muy rica.
Además el local no solo dispone de carta de comidas y cenas, sino también de carta de cócteles, de modo que si lo que buscáis es un local en el que cenar con los amigos y tomar además la primera copa, se trata de una opción perfecta. Entre sus propuestas hay cócteles diversos a elegir y admiten peticiones como el ruso blanco que podéis ver en la foto sobre estas líneas.
El local abre todos los días, entre semana a las 10h y el fin de semana a las 11h, hasta las 00:30h los domingos, hasta la 1:30h de lunes a miércoles y hasta las 2:30h de jueves s sábado. El precio medio por persona está entre los 25 y los 30 euros, no es de los más baratos, pero la experiencia compensa.
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