Parece imposible, pero en época de crisis los restaurantes molones aparecen como setas. Y en Barcelona es frecuente pasear por sus callejuelas y descubrir restaurantes buenos, bonitos y bien de precio, y Chéri cumple con todas las expectativas. Lo que primero llama su atención es su gigantesca terraza: tiene el privilegio de estar situado en pleno Enrique Granados, por lo que su calle peatonal hace que sea un lugar perfecto para las noches de septiembre.
Un aire francés para una carta muy tradicional donde se recuperan platos típicos catalanes elaborados con productos frescos de la zona. Entre sus especialidades encontramos los pulpitos en su tinta con salsa de wasabi: la primera impresión no es muy buena, pero al probarlos llegas al cielo de lo buenos y ricos que están. Vamos una mezcla de la clásica fonda y un bistró francés.
Pero lo que llama la atención en sí es su local: decorado por Lázaro Rosa Violán la elegancia y la sofisticación están presentes a rangos iguales. Su comedor es enorme, pero en todo momento el comensal se siente arropado y acogido sin agobios.
Gente guapa de Barcelona ya se da cita en este espacio cerca de la zona de copas. ¿Pensando en un poco de postureo?
Fotos | Lázaro Rosa Violán En Trendencias Lifestyle | ¿Quién dijo que el verano se había acabado? Alárgalo en la terraza Martinez de Barcelona