Este año en vacaciones he tenido la suerte de pasar una semana en la isla portuguesa de Madeira. Muchos me decían antes de que fuese que era un destino para gente mayor, que podría resultar un tanto aburrido... nada más lejos de la realidad. Además de los maravillosos paisajes, la isla cuenta también con infinidad de locales y eventos para disfrutar de día y de noche.
Entre los más curiosos que pude visitar está el Zion Project en la Praia dos Anjos en Ponta do Sol. Un espacio creado tan solo con un par de contenedores y unos cuantos elementos reciclados, pero lleno de encanto. La playa es el escenario perfecto para un local de estas características y desde allí se puede disfrutar de una fantástica puesta de sol.
Seguramente a muchos de vosotros os sonará la palabra Zion, puede ser por su significado bíblico de tierra prometida o tal ver por Matrix. Sea como sea, a partir del nombre y viendo las fotos de este artículo, os podéis hacer una idea de lo singular y maravilloso del lugar.
La única pega que le veo es la accesibilidad, no hay aparcamiento, los coches tienen que quedar sobre la playa en la orilla de la carretera y después hay que bajar por unas escaleras de madera bastante empinadas. Pero si conseguimos llegar allí podremos disfrutar de un lugar realmente fantástico y tal vez con el tiempo la accesibilidad mejore...
La playa es de piedras pequeñas, en realidad es más fácil caminar sobre ellas de lo que yo pensaba. Acostumbrada a las playas de arena, pensaba que las de piedras serían casi impracticables y no es así. De todos modos hay palés de madera colocados en varios puntos de la playa en los que podemos colocar la toalla o sentarnos.
Además el bar cuenta con una plataforma bastante amplia incluyendo zona cubierta y en ella mesas y asientos hechos con troncos de madera, así como cojines de suelo y pufs de formatos diversos. En cuestión de estilo decorativo sin duda se merece un diez si lo que buscamos es algo que cumpla todos los tópicos de las últimas tendencias.
Para beber podemos elegir entre una gran variedad de cócteles, incluyendo sangrías hechas con vegetales en vez de fruta y otras propuestas ricas y originales. Para los más tradicionales también hay cerveza portuguesa y refrescos e además de bebida también hay algunas cosas para picar, aunque en esta ocasión yo comida no probé.
Otro detalle de interés es que en Zion Project organizan eventos, cenas, conciertos... El día que yo estuve incluso había una carpa para masajes. Tenía unas fotos chulísimas pero mi iPhone vintage no sobrevivió al viaje y mis últimas fotos murieron con él desafortunadamente.
En la foto sobre estas líneas podéis ver como es la playa en la que está ubicado este local y como fue en parte la obra, digamos instalación, de los contenedores y el mobiliario. Cada cosa por separado no sería probablemente muy llamativa, pero el conjunto de todo en una playa tan agradable es lo que lo hace tan especial.
No es este el único local fantástico que visité en Madeira y en los próximos días os hablaré de algunos otros que conocí en mi estancia en la isla. Id tomando nota por si en las próximas vacaciones os animáis con ese destino. Clima agradable, buena comida, mejor bebida y locales súper cool... ¿qué más se puede pedir?
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