Si vas por la vida de ciclista hipster, con tu barba al viento y tu bicileta fixie --uy, cuanto término anglosajón-- necesitarás alguno de los maillots hipsters de Milltag, ya sea en sus versiones más retro, elegante o incluso cómica, o mejor dicho, irónica, que no me expreso correctamente.
Milltag es una firma independiente formada por dos diseñadores gráficos en Londres que compartían su pasión por el ciclismo y que, tras no encontrar un maillot que les convenciera, ya fuera por exceso de publicidad o por anodino, decidieron lanzarse a la aventura de diseñar, producir y vender sus propios diseños, colaborando también con otros diseñadores.
Mis favoritos de la colección, que es muy variada, son aquellos con formas geométricas como estos dos que ilustran la portada, ya sea un patrón de cubos que parecen disolverse con el viento u otro de triángulos que responde al curioso nombre de "play sprint pause repeat", en referencia al Eat Sleep Rave Repeat de Calvin Harris.
Además de por las formas geométricas, los chicos de Milltag también están interesados en rememorar clásicos muy queridos en el ciclismo, reinterpretando el maillot del mítico equipo ciclista de Brooklyn de los 70, o en salvar antiguas instalaciones deportivas donando los beneficios de algunos de los maillots, como el Herne Hill Velodrome, que recuerda al maillot del Mundial, pero con los colores ingleses, ya que este velódromo es lo único que aún queda en pie de los Juegos Olímpicos que se celebraron en Londres en 1948.
Otros maillots son para los que se toman la vida con humor, pero muy en serio, ya sea ironizando sobre el dopaje con un maillot muy noventero o alertando a los conductores sobre el contenido del maillot, es decir, nuestros órganos vitales, con un diseño de señal de tráfico muy llamativo.
Sin embargo, mi preferido es el de Last Place, un maillot negro como el que se le daba al último corredor del Giro de Italia en los años 40, y en el queda patente que la competición no es lo nuestro y que salimos sólo a disfrutar del paseo. No sin guasa, estoy pensando en regalárselo a mi padre, que siempre se queda atrás en las subidas.
Para acabar, y aunque la colección de maillots hipsters de Milltag tiene algunas perlas más, os dejo con otros que, aunque no me gustan tanto, tienen su gracia, ya sea porque intentan darle un toque elegante al maillot, como si de un polo se tratara, o porque homenajean a clásicos como Lichenstein.
Si os han gustado, los precios van desde las 50 hasta las 70 libras, un precio bastante razonable dado el coste habitual de estos productos y el magnífico diseño que ofrecen.
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