Aunque cueste creerlo existe un parte rural en Ibiza, y nada tiene que ver con la fiesta, la vida nocturna y el llegar al amanecer a casa. Lo digo de verdad y doy mi palabra. Mucha gente me hablaba de un lugar mágico en un acantilado de Ibiza pero nunca sabían decirme qué lugar era ese, hasta que hoy ¡por fin! he dado con él: Hacienda Na Xamena. Y ahora entiendo todos los elogios hacia él, aunque se quedaban cortos. Y es que con unas vistas de impresión, este es uno de sus lugares que debe ser visitado una vez (por lo menos) en la vida.
Se encuentra en un acantilado de Na Xamena, en la costa norte de Ibiza, por lo que como os podéis imaginar sus vistas son de escándalo. Un espectáculo en vivo y en directo a todas horas del día. Entre sus instalaciones, el que más me ha llamado la atención no ha sido otra que el circuito de talasoterapia situado en unas Cascadas Suspendidas.
Es de esos lugares en que uno entra y no quiere salir para nada, ni para dar una vuelta por el centro de Ibiza. Y es que en él nos encontramos con cuatro distintos restaurantes en los que encontramos un pequeño oasis oriental para los más románticos.
Adiós a la fiesta, móntate la tuya propia dentro de este lugar. ¿Para que volar tantas horas si con un rápido avión estamos en este paraíso? La puesta de sol es... De traca.
Ahora Ibiza la veo con otros ojos.
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