Muchos de nosotros cuando vamos a un hotel no solo buscamos una cama en la que descansar y un baño en el que asearnos, lo que queremos es vivir una experiencia diferente a la que vivimos a diario que para confortable ya tenemos nuestro hogar. Por eso es bueno que los hoteles intenten ser creativos en sus propuestas para nuestra estancia en ellos.
El Hotel Mercure Santo Domingo en Madrid siempre ha apostado por la diferenciación y la personalización de todos sus espacios. Y es por eso que se ha convertido en uno de los hoteles más creativos ofreciendo un plus de originalidad. Este hotel nos promete una estancia divertida, diferente e incluso personalizada, ya que cuenta con habitaciones temáticas y de insólita ambientación y decoración, vamos a ver algunas de ellas.
El hotel cuenta con 200 habitaciones adaptadas a todos los gustos, todas las edades e incluso a todos los bolsillos. El hotel cuenta con dos zonas bien diferenciadas, por un lado está el edifico original, más clásico y palaciego y por otro lado el área contemporánea, de reciente construcción, más moderna y vanguardista.
Para los que quieran dar un salto atrás en el tiempo están las habitaciones ubicadas en el ala histórica. En ellas uno puede disfrutar de antigüedades y de muebles de época, paredes tapizadas y camas con dosel, además de obras pictóricas originales de los siglos XVIII y XIX.
Pero los amantes de la modernidad y de la tecnología solo tienen que cruzar un pasillo del hotel para acceder a un mundo donde las suites cuentan con paredes totalmente acristaladas con vistas a la plaza de Santo Domingo y mobiliario de vanguardia.
Hay opciones incluso para los que quieran transportarse a culturas lejanas. Por ejemplo la habitación Japonesa, con un espacio amplio, puro, elegante y sencillo. Su decoración emplea iconos de la tradición nipona, como biombos y dibujos orientales. Esta habitación cuenta además con una vista espectacular, la del jardín colgante que fue Premio Guiness 2011 al jardín vertical más grande del mundo.
Dentro de este hotel nos encontramos además con habitaciones que reproducen escenarios realmente insólitos. Uno de los ejemplos más curiosos es la habitación Acuario, que podemos ver en la foto sobre estas líneas. La habitación está revestida en cristal pintado en un intenso azul lleno de delfines y tortugas marinas, cuenta además con focos especiales que producen sensaciones subacuáticas, en ella uno se siente como en el océano.
Y si decimos que en el Hotel Mercure Santo Domingo hay habitaciones para todos los gustos es porque así es. Hay habitaciones inspiradas en películas memorables como Avatar, en genios de las artes como Dalí, como podemos ver en la imagen sobre estas líneas, o incluso en clásicos de la literatura como en el caso de la habitación ilustrada con dibujos de El Quijote.
Mención a parte merecen los cuartos de baño. Varias son las habitaciones que cuentan con baños donde los azulejos se han sustituido por rocas y en los que el agua cae como si lo hiciese desde una cascada natural. Aunque también hay otros baños en un estilo radicalmente opuesto en los que uno parece dar un salto hacia el futuro al poder controlar la intensidad de la luz, la temperatura del agua, la banda sonora y que por supuesto cuentan con bañeras de hidromasaje.
Vamos, que al hotel no le falta de nada y si se os ocurre algún estilo que no tengan, todo será cuestión de decírselo y seguro que en la próxima reforma lo incluyen. Es por tanto un hotel para todos, porque podemos elegir el estilo de la habitación y porque además del estilo podemos elegir el precio, que lógicamente no todas cuestan lo mismo. Sin duda una experiencia para una visita a Madrid que promete.
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