¿Y si las bombillas volaran? No lo imagines, la idea existe y se llama Flyte
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¿Y si las bombillas volaran? No lo imagines, la idea existe y se llama Flyte

La bombilla… esa fuente de inspiraciones e ideas… Ese “bling” sobre nuestras cabezas… Pero, alguien se ha parado a pensar en que, la bombilla lleva décadas sin apenas cambiar. Mucho le debemos a ella y a esa luz que nos alumbra en la oscura noche, pero, ¡qué objeto más aburrido!

O no; porque hay gente que le da vueltas y vueltas al coco hasta que sale alguna idea… Ya sea sobre accesorios para el smartphone o para hacer de la bombilla algo diferente, algo más... "libre".

Es el caso de Simon Morris, un científico americano afincado en Estocolmo y que, un buen día se puso a pensar en bombillas, patinetes voladores y cargas por inducción y le surgió la estrafalaria idea para Flyte.

Y ahora, la pregunta en vuestra cabeza será bastante estereotípica, algo así como “¿qué tienen que ver el tocino y la velocidad?”. Pues sí, una pregunta muy bien traída, pero que aquí nos va a sobrar.

Flyte 2

Este chico se fijó en cómo esas modernas tablas aerodeslizadoras, esas que, hoy por hoy, son más bien prototipos, levitan mediante electromagnetismo. Por otro lado, miró a las bombillas de toda la vida, y se le encendió su propia bombilla: ¿por qué no crear una lámpara en la que una bombilla flotara en el aire del mismo modo que esas tablas aerodeslizadoras?

Se puso manos a la obra, aunque por el camino hasta Flyte, que así llamó a su criatura, por aquello de que es una “flying lite” (o “light” si eres un purista de la lengua), se topó con una dificultad extra, que era la de hacer llegar energía hasta la bombilla para que esta se encendiera. Tengamos en cuenta que, si la bombilla flota, no va a estar conectada a ningún cable.

Pero, como todos sabemos, los teléfonos de hoy día son muy inteligentes, y, los más avanzados, vienen dotados de carga por inducción, por lo que no necesitan estar conectados a un cable para cargar sus baterías. Así que Morris decidió que así sería como haría que su Flyte se encendiera y a la vez flotara. De este modo, de una idea tan simple como una bombilla, creó la lámpara más original que vais a ver en mucho tiempo.

Flyte se sitúa sobre una base, que es sobre la que flota. Esta base sí está conectada a la red, y hace las veces de cargador por inducción. Y para hacer flotar la lámpara, se usan imanes, colocados tanto en ésta como en la base, consiguiendo que el magnetismo haga el resto.

Mientras que la levitación de la lámpara es algo independiente, que no necesita de energía alguna, para encender y apagar la luz, tan sólo hay que accionar un sensor capacitivo (como las pantallas de los smartphones) que se encuentra en la base de madera. Y por si no os parece suficiente esa mezcla entre lo moderno y lo de toda la vida, decir que sí, que la lámpara parece una bombilla normal y corriente, pero no: es una lámpara LED que puede durar años y años sin fundirse.

Flyte 3

Así que, esta genial mezcla entre arte, diseño y ciencia, puede ser precisamente el toque decorativo que querías para darle a tu casa la originalidad que nadie tiene. Lo malo, el precio, claro, porque ya os podéis imaginar que Flyte no tiene el precio de una bombilla. Ni siquiera el de una de bajo consumo. Para ponerla en tu salón o dormitorio “sólo” te hacen falta 349 dólares. Eso sí, se puede elegir en varios acabados metálicos para la lámpara y hasta 5 tipos de madera diferente para la base.

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