Vivir en un espacio reducido puede resultar un reto a la hora de distribuir y aprovechar bien los espacios, procurando que todo lo necesario encaje de forma armoniosa. La cocina no se libra de ello y, aunque la solución más común es engargarla a medida, suele ser también la más costosa. Afortunadamente hay otras alternativas como las cocinas independientes, que pueden ayudar a cubrir las necesidades básicas en las que, con un poco de maña y organización, se pueden hacer maravillas.
En este campo nos hemos encontrado con la sorprendente mini-cocina SUNNERSTA de Ikea. Una cocina básica, de fácil instalación, asequible, sencilla, funcional, divertida y diseñada con mucho acierto. Recuerda a las cocinitas de juguete de la infancia y quién sabe si Henrik Preutz, su creador, se ha inspirado en ellas para diseñarla, pero que no lleve a engaño, pues esta mini-cocina es pequeña pero matona.
Esta mini-cocina permite preparar, cocer, almacenar y refrigerar alimentos, así como lavar platos y otros utensilios de cocina en el fregadero que lleva incluido. Está diseñada con una única placa de cocción de inducción que se puede guardar y así tener más lugar en la encimera para otros menesteres. Deja espacio para tener una nevera pequeña debajo de la encimera y un carrito de la misma colección en el lateral, ganando más espacio de almacenaje.
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