Durante todo el año me encanta ir a comprar al mercado, lo malo es que muchas veces no puedo ir tantas veces como me gustaría por falta de tiempo. En todas las ciudades hay un mercado o plaza, o varios, en los que comprar productos frescos de muy buena calidad y en la mayoría de los casos suele estar en un antiguo edificio restaurado, pero pocos son tan bonitos como el Mercado Central de Atarazanzas en Málaga.
Se trata de un edificio singular con estructura de hierro de finales del siglo XIX, con local comercial situado a pie de calle, dividido en tres áreas para la comercialización de frutas y hortalizas, pescado y carne, como es habitual en este tipo de establecimientos. La restauración supuso la recuperación del antiguo Mercado de Ataranzas, incluyendo la sustitución de los puestos de venta que no cumplían las condiciones necesarias hoy en día.
El proyecto, realizado por Aranguren + Gallegos Arquitectos, tenía como objetivo recuperar el diseño original del antiguo Mercado de Atarazanas. La idea era mantener el carácter y la monumentalidad arquitectónica del edificio antiguo que podemos ver en la foto sobre estas líneas.
Podemos decir que el proyecto de restauración, finalizado en 2010, se dividió en dos partes. Por un lado las operaciones que afectan a la construcción como tal y por otro lado las operaciones que se centran en la descripción del diseño, la distribución y la asignación de los puestos.
En la obra se quiso recuperar el esquema del edificio original, por eso se derribaron todas las partes que se habían ido añadiendo con el paso del tiempo, entre ellas el techo de cemento o el entresuelo, que se había añadido en 1973, y que distorsionaba la perspectiva, la altura y la belleza del edificio.
La demolición permitió recuperar el gran espacio central y la conexión visual del eje mayor de la Puerta de las Atarazanas y la ventana grande, consiguiendo así un espacio en una sola planta, sin barreras arquitectónicas y con los puestos del mercado incluidos en ese gran contenedor, mucho más adecuado a las tendencias actuales en interiorismo.
Así se recuperó la idea original del proyecto Rucoba, que había sido el arquitecto de la obra original, y se consiguió el resultado más coherente y funcional, perfecto para el funcionamiento del mercado y para la comprensión de la construcción.
La rehabilitación del mercado respeta plenamente el diseño arquitectónico y espacial del edificio existente, al mismo tiempo que consigue una organización perfecta de los puestos de venta que permite la vista del gran espacio de mercado. Además se mejora la circulación de los usuarios a través de la unidad espacial, tanto interior como exterior del edificio, al eliminar las barreras arquitectónicas.
Pero por supuesto, desde el respeto a la idea original, también se han introducido en el mercado nuevos elementos mucho más modernos. Especialmente los nuevos materiales resistentes y fáciles de limpiar y los colores alegres que contrastan con la seriedad de la estructura del edificio.
El resultado es el de un mercado fantástico que mezcla lo tradicional en contraste con un diseño moderno y colorista. Así que si este verano pasáis por Málaga, una de las visitas que os recomiendo es la de pasar un rato de una mañana en este mercado, seguro que además de disfrutar de su arquitectura también compráis algo.
Vía | Arch Daily Más información | Aranguren + Gallegos Arquitectos En Trendencias Lifestyle | Ama’r Children’s Culture House, arquitectura al servicio de los más pequeños