Si tuviera que soñar una oficina en la que trabajar, tengo claro que sería la de alguna "empresa de internet". Google abrió el tarro de las esencias con esas oficinas que parecían más un parque de atracciones que un lugar de trabajo y el resto de compañías le siguieron el juego de crear oficinas en las que trabajar de forma distendida.
Hoy las que nos ocupan son las oficinas de Dropbox en San Francisco, una ciudad que acoge las oficinas de muchas otras compañías reconocidas como Twitter, Instagram o Pinterest, por citar algunas, siendo la de Dropbox un magnífico ejemplo de lo que podemos encontrarnos tras sus puertas y también el mejor sitio al que subir nuestro currículum.
Diseñadas por Boor Bridges Architecture y Geremia Interior Design las oficinas de Dropbox se caracterizan por los espacios de trabajo abiertos combinados con salas de reunión visualmente comunicadas mediante vidrios transparentes y, cómo no, zonas de descanso para los trabajadores, entre las que me gustaría destacar la sala del piano, aunque tampoco se queda atrás la habitación del Lego.
Aunque la decoración general es bastante sobria, con predominancia de colores neutros --principalmente grises y marrones-- combinados con diferentes tonos del azul corporativo, en estas oficinas podemos encontrar un montón de detalles curiosos que las hacen realmente interesantes.
En la primera imagen hemos podido ver en una columna una frase mítica de los MEMEs, el clásico challenge accepted (desafío aceptado) que normalmente es la respuesta a una propuesta para hacer algo loco, pero que encaja en la política de la empresa de conseguir lo que parece imposible, porque recordemos que hasta que Dropbox apareció la mejor manera de tener un archivo accesible desde cualquier dispositivo era mandarse un correo electrónico a uno mismo.
Hay otras frases curiosas a lo largo de las oficinas, como los vinilos de Back to the Future y su versión The Future es Now que encontramos en algunas salas de reuniones, y que buscan precisamente motivar a los trabajadores a acercar el futuro a hoy, aunque mis preferidas son las que denominan algunas de las pequeñas salas de reuniones, en especial la Romance Chamber (habitación para el romance), sobre todo ahora que se acerca San Valentín.
Otro detalle a destacar de las oficinas de Dropbox en San Francisco es el mural que recorre uno de los pasillos con una escena que no llego a reconocer debido a la perspectiva, pero que está realizado con pelotas de ping pong de diferentes tonos de azul.
Personalmente, opino que un ambiente distendido con posibilidad de relajarnos cuando el cuerpo nos pide un descanso es lo mejor para la productividad. Yo trabajo desde casa y no me siento delante del ordenador las ocho horas de mi jornada laboral, sino que hago paradas técnicas para jugar a la videoconsola, leer un libro o darme un paseo... así que me parece genial que en las oficinas de Dropbox en San Francisco se pueda hacer eso también.
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