Se empieza a oler en el ambiente: todo está cargado, los escaparates se visten de rosa y los corazones flotan por todas partes. ¿Qué narices pasa? ¡Horror! San Valentín está a la vuelta de la esquina y las firmas y tiendas pretenden enredarnos para que caigamos en la tentación. Y las películas de maor no ayudan mucho: han puesto el listón tan alto que parece una obligación gastarse mucho dinero en ese día. Pero oye, ¿y porqué no? Fijate tú, este año no tengo pareja (modo normal en mí) y creo que me autoregalaré algo. Alguna excusa he de encontrar para que los remordimientos no me vengan a la cabeza después de pasar la tarjeta de crédito.
Pero si quieres siempre puedes ir más allá y regalarle algo más a tu pareja. nada de cosas ñoñas, o sí, total ese día se permite todo. pero dejamos los osos de peluches a un lado y los bombones escondidos (Navidad causó estragos) y nos pasamos a los detalles molones para el día a día. Desde gafas de sol, pasando por zapatillas deportivas y terminando por tazas para que cada mañana recuerdes que el amor es algo bonito (aunque lo compartas tan solo contigo mismo).
- Gafas de sol Miu Miu para Kaleos, 200 euros.
- Zapatillas diseñadas por Bernhard Willhelm para Camper, 180 euros.
- Chal masculino de lana bicolor de SOLOiO, 35,90 euros.
- Sello de Mr. Wonderful, 6,50 euros.
- Pulsera de macramé con hilo de lúrex en rojo de Cruciani, 10 euros.
- Taza de corazones de Cath Kidston, 8 euros.
- Calcetines repletos de corazones de Happy Socks, 8 euros.
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