Más o menos por sorpresa nos ha pillado el lanzamiento de la nueva Wii Mini, una evolución respecto de la Wii original que data de 2006. Aunque es un movimiento bastante curioso al tener ya en el mercado la Wii U, sí es destacable el gran lavado de cara que le han dado.
Y es que Wii Mini se renueva estéticamente de una forma que a mi parecer es realmente buena. Cambiamos el color negro y blanco de la consola original por una consola con el la tapa negra y el marco rojo brillante, a juego con el mando Wiimote y el Nunchaku incluídos. Evidentemente el nombre tiene algo que decir, ya que la Wii Mini es notablemente más pequeña que su homóloga de 2006.
Lo malo está en que se pierden algunas funciones. Por ejemplo, no incluye modo multijugador ni tampoco da el salto a la alta definición que sí ofrecen PlayStation 3 y Xbox 360. También pierde la compatibilidad con juegos de Gamecube, y es que Nintendo ha afirmado que es una consola pensada casi exclusivamente para jugar a juegos de Wii, y poco más.
Un lanzamiento extraño pero que desde el punto de vista del diseño es muy positivo. Wii Mini se pondrá a la venta inicialmente en exclusiva en Canadá, aunque esperamos que llegue a España en los primeros meses de 2013 por unos 100 euros.
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