Sí, ya sé que con la que está empezando a caer no apetece demasiado eso de salir a tomarse un chisme a la fresca. Pero aun así, el que comience a hacer frío no es excusa para que descuidemos la decoración de nuestros exteriores, sobre todo si tenemos el lujo de tener una piscina propia.
Más aún cuando podemos pasar el rato mirando estas simpáticas medusas cuyo único fin en esta vida es el de dar un toquecillo de luz a la piscina mientras flotan, inofensivas, a la espera de que el calor vuelva y les hagas compañía en el agua. No son faros precisamente en lo que a potencia se refiere, pero arrojan la luz suficiente como para crear ambiente.
Cada una cuesta 31 euros más gastos de envío, y aunque penséis que el invierno está a la vuelta de la esquina, quizá sean una buena manera de ir pensando ya en cuando pase lo más duro del frío y las temperaturas vuelvan a ser clementes.