Original cuanto menos esta curiosa silla que, otra cosa no, pero pinta de cómoda no tiene, ya que cruza sus patas como si de un usuario que estuviese sentado se tratase.
La ha creado el estudio de diseño Tsesler&Voichenko y de momento sólo es un concepto, por lo que ni se vende, ni tiene precio.
Además, como he dicho, no creo que sea muy cómoda, pero como decoración para nuestras casas podría valer, ¿o no?
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