O al menos un pedazo de ella. ¿Que no es lo tuyo? ¿Que prefieres una Vespa? Pues también está la opción.
Esta lámpara de escritorio es una buena muestra de hasta dónde puede llegar el diseño de una moto cuando es conducida por un genio creativo. O un hereje. O un tipo con una máscara de hockey y una sierra eléctrica salido de un film de terror.
Como fuera, utilizar elementos de calle en espacios domésticos es un recurso muy provocador. Más si son piezas "re"conocidas por quienes te visitan.
Las lámparas de Lamponi Leopardi bien pueden considerarse en esta categoría. Para algunos, quizá se trate de obras de arte tomadas de piezas clásicas (más grandes y menos partidas). Para otros, un trabajo de escándalo. Para nadie, estoy seguro, un objeto indiferente. Eso sí; si te decides por alguna, ten cuidado dónde la estacionas.
Precio: 1000 euros
(¡Gracias SandMan!)
Más información | Artajeur/Lampons Vía | Motorpasión