Siempre he querido tener una butaca diferente en el salón. Una butaca que fuese diferente al resto de las de su clase, que al verla pensase: sí, esta es mi butaca, no como la del Ikea que tiene mi vecino, mi suegra, mi amigo y hasta mi canario a este paso. Pero al final nunca puede ser, me quedo con la del Ikea por el precio y dejo las de diseño para otra ocasión.
El día en que me atreva a gastarme una buena cantidad por una butaca de diseño llegará. Y cuando pueda seguro que me veo con un salón moderno en el que de repente hay un nuevo invitado del estilo a la que ha diseñado Karim Rashid para Martela y vemos ahora en la imagen.
Entonces ese salón habrá que cambiarlo entero para adaptarlo a la nueva butaca que ha costado carísima. Como el resto de muebles tendrán que ir acordes a ella no valdrá cualquiera y me tocará gastar más dinero. Viendo el percal, mejor me limito a ver estas butacas por Internet, que aquí soñar es gratis y no toca reformar el salón.
Vía | Selectism