Lo de utilizar el rollo de papel higiénico como pañuelos o servilletas lo hemos hecho todos, es más económico y nunca falta en ninguna casa pero, sinceramente, lo de tenerlo encima de la mesa queda fatal.
En Quattria te animan a que sigas a tu rollo pero, eso sí, que lo ocultes en un Tobo, esta pieza cilíndrica de cerámica hecha a mano por artesanos de Barcelona en la que el papel higiénico queda totalmente camuflado convirtiéndose en un objeto estético. Quien nos lo iba a decir.
Está disponible en tres colores: blanco, rojo y negro y su precio es de 20 euros. Adiós servilletas.
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