¿Quién no ha comido alguna vez mientras se encontraba frente al ordenador? ¿Quién no ha sabido como acomodar el plato, el vaso y los cubiertos mientras seguía trabajando con el teclado y frente a la pantalla?
Pues el artista Jongerius decidió dar forma a este concepto que combina trabajo y la necesidad de alimentarse. Un diseño ideal para los adictos al trabajo que no se separan ni un minuto de su escritorio y apenas pierden pocos minutos en comer.
Así, es este un teclado con plato incorporado. Un teclado dividido por ese plato en el que se puede colocar cualquier alimento.
Se trata este de un objeto al que dio forma como parte de la exposición Workspheres del MOMA. Todo ello bajo el concepto My Soft Office que incluye otros elementos.
Claro que no es este un producto que se verá en las tiendas sino un modelo conceptual que resulta gracioso y que, seguro, muchos habrán pensado que luciría bien sobre su escritorio.