Los amantes del monopatín no sólo se distinguen en la personalización de las planchas. Cuando los dibujos no son suficiente, se puede optar por cabalgar un Flowboard. Su diseño hace que se comporte como un patín de nieve pese a que se desliza por el asfalto.
La selección norteamericana de snowboard lo usa para que sus chicos no pierdan comba pese a estar lejos de la nieve. Así que los que ya saltan los pasamanos y se deslizan por las escaleras mecánicas tienen una experiencia nueva con este patín con más ruedas de las habituales. Desde 100 euros.