La domótica empezó a moverse rápidamente en la década de los 90. Casas inteligentes, decían, pero veinte años más tarde apenas hemos visto novedades a este respecto. Y una de ellas, posiblemente la más interesante, es Nest.
Se trata de un termostato, aunque lo definiría más como el cerebro de nuestro hogar. Básicamente a él conectaremos los diferentes electrodomésticos y cacharros del hogar (calefacción, luces, televisor, etc.) y podremos controlarlo todo. Lo más interesante es sin duda alguna su singular diseño.
Está fabricado en una rueda metálica que gira para elegir las diferentes opciones, dejándole todo el protagonismo a la pantalla central que además de mostrar la información se puede presionar para elegir las opciones. Nest es perfecto para los que quieran darle un toque de tecnología a su hogar y, a la vez, cuidar el diseño.
Es un cacharro difícil de encontrar en España, pero con Internet todo es posible. Su precio es de unos 200 euros al cambio, aproximadamente, y por si quieres echarle un vistazo más en profundidad lo estuvimos probando en Xataka.
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