Suele suceder que los bebés comienzan a llorar y a requerir atención cuando los padres no pueden estar de forma permanente con ellos. ¿Mamá cocinando y con las manos sucias? El peque llora... ¿Mamá depilándose? El peque llora... ¿Mamá tomando un baño? El peque llora... ¿Mamá atendiendo a otro de sus hijos? El peque llora... Pues ahora he dado con la solución definitiva para ello. El Lolaloo, un tubo que mece a los bebés.
Se trata este de un dispositivo que funciona a baterías y que se adhiere al cochecito a través de unas correas de velcro. Así, los padres deberán elegir la intensidad que quieran darle y dejar que el producto comience a mecer al niño para calmarlo, divertirlo o dormirlo.
El balanceo durará, de acuerdo a la velocidad que se le haya dado, entre 2 y 4 horas con la batería cargada en su totalidad. Luego sólo restará recargarla y ya.
De momento el Lolaloo sólo puede adquirirse en Alemania pero quienes tengan la posibilidad de viajar de seguro querrán llevarse uno a casa. ¿Su precio? Alrededor de 129 euros al cambio.