La oscuridad absoluta da miedo y no sólo a los más pequeños de la casa. Es lógico entenderles, les metes en la cuna y les dejas allí solos en medio de la nada con todas esas imágenes de películas de terror metidas en su cabeza. Da igual que no las hayan visto, la oscuridad consigue que se las puedan imaginar.
Los especialistas no lo aconsejan pero la mayoría de los padres terminamos permitiendo que una pequeña luz ilumine ese camino hasta el mundo de los sueños, es su aliado cuando empiezan a verlo todo muy negro.
Como este simpático pez flotando en medio de esta bolsa que emite la mínima luz necesaria para que nuestros peques se sientan los amos de la noche. La original lámpara poisson de'avril mide 55 cm de alto y 30 cm de ancho, cuesta 125 euros y ya tengo regalo para esos amigos que al fin acaban de ser papás, eso sí que da miedo.
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