Llevo años siendo una enamorada de Kling. Me encanta su pasión por el detalle, la calidad de sus prendas - tengo camisetas que me han durado cinco años como nuevas - y, sobre todo, su apuesta por un diseño diferente, que respeta las tendencias pero que no vive esclavizado a ellas.
Para este verano 2013, Kling ha tomado como referente tejidos vaporosos, amplias siluetas y largos por encima de la rodilla. Todo lo necesario para ir cómodas sin perder un ápice de estilo.
La camiseta Shelley es el ejemplo perfecto de esta nueva colección. Transparencias con bordados en el bajo, mangas y cuello, en combinación con unas pequeñas flores que salpican el cuerpo, componen un top que irá perfecto con un short vaquero o con un look más elegante. Cuesta 33,90 euros.
Si lo que buscáis es un vestido que no os agobie con los calores veraniegos, este dos capas debería atraer tu mirada. En un suave blanco, tiene ese corte que tanto se lleva últimamente, con una parte interior corta por encima de la rodilla, y una superior muy vaporosa. Me encanta el detalle de la puntilla en los tirantes. Cuesta 59,90 euros.
Y para las que preferís sencillez sin complicación, este vestido Ingalls en naranja rosado pastel te servirá tanto para un roto como para un descosido. Desde luego, es una apuesta para diario que no te fallará. Cuesta 29,90 euros.
Personalmente, me he enamorado de esta blusa de viscosa. Creo que es fundamental en cualquier fondo de armario de verano, y también creo que puede llegar al invierno sin demasiado problema. Un bonito blazer te solucionará la papeleta cuando vuelva el mal tiempo. Está disponible en beige y azul, y cuesta 33,90 euros.
El calzado es uno de los puntos más peliagudos. Al menos para mí, encontrar unas sandalias cómodas es una verdadera lucha. Estos mocasines rosas están salpicados de pequeños agujeritos que los harán mucho más cómodos para los pies más calientes. Cuestan 29,90 euros.
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