He visto gente enviando mensajes por el móvil y saltando entre las piedras de los ríos pirenaicos. He visto los intentos desesperados de rescatar el teléfono inteligente de un señor de Valladolid que se habían tragado las aguas heladas. Al móvil, no al señor.
Pero también he visto gente que sale de la ducha con el móvil entre las manos. Es la progresiva proliferación de bolsas, estuches y fundas (también se habla de condones) que parecen invitar al usuario a seguir dando la lata con el smartphone en la seguridad (?) de saber que el instrumento se puede caer al agua (o mojar más de la cuenta) y no le va a pasar nada.
Son muchas las fundas que prometen hacer de cualquier smartphone un aparato más o menos resistente al agua, pero me parecía interesante destacar que MUJI ha lanzado su propia propuesta de uno de estos estuches que mantiene activas todas las funciones del móvil, incluso la cámara de fotos.
Impermeable y estanco en condiciones de agua quieta a una distancia máxima de un metro o debajo de agua del grifo a temperatura ambiente durante un máximo de 30 minutos. Un grado de protección número 7 que ya incorporan algunos smartphones.
Hay bolsas y fundas que prometen mucha más protección a los aventureros, pero el estuche de MUJI puede resultar suficiente y del agrado de los que no renuncian al estilo ni cuando bajan a la piscina con su colección de tarteras. Sin afán de correr riesgos.
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