Otra de esas máquinas que no podía faltar en un rincón de nuestra memoria.
Cansados de ver cómo las monedas se iban apilando y no caían en la máquina de hace unos pocos posts, la abandonamos y cambiamos por otra enorme y llena de regalos.Unos mandos con los que dirigimos un brazo-grúa hasta colocarlo justo encima de nuestro regalo favorito, vemos cómo desciende, abre sus tentáculos, lo engancha y cuando se dispone a subir... zasss, otra vez cae a la montaña de regalos.
La versión mini del Candy Grabber cuesta 27 euros y si lo llenas de golosinas, será el mejor aliado en tu batalla contra los dulces.
Más información | I Want One of Those