Algunas visitas son interminables. Gente que viene a verte, la mayoría de las veces sin avisar, y que se adoba sin preocuparse por lo que tienes o quieres hacer. Desde luego, esta silla que os traemos hoy no os va a ayudar a que os deshagáis de ellas.
La Breathing Chair no es un trozo de espuma gigante que alguien se ha encontrado junto a un contenedor. Aunque lo parezca. Sí, reconozco que su apariencia no es la más atractiva, aunque a los fans de la geometría seguramente les pirre. Ahora bien, el secreto de esta silla es que es, sin más, perfecta. Le da igual el tamaño de tus cuartos traseros.
Esta creación que todavía está en la fase de proyecto aguardando a que alguna compañía decida fabricarla corre de la mano de Yu-Ying Wu y ha ganado el Red Dot Design. Está fabricada en espuma de alta densidad y sus huecos y recovecos han sido calculados matemáticamente para que se adapte al peso del que se sienta, sea éste cual sea.
Y cuando te levantes, la silla o cubo o taburete – como prefiráis llamarlo – recuperará su forma original, esa especie de trozo de tofu gigante. Wu padece problemas crónicos de rodilla y ha diseñado esta silla pensando en la gente con incapacidades físicas. No creo que tardemos mucho en verla comercializada.
Vía | Technabob