Espero que nunca en la vida me encuentre dentro de un avión en una situación de emergencia que me obligue a seguir todas las instrucciones que las azafatas nos dan al inicio del vuelo, porque no sabría por donde empezar.
La verdad que nunca las hago ni caso, lo primero por miedo y lo segundo porque dudo bastante de que esos chalecos salvavidas lleguen a cumplir la función para la que fueron diseñados, si al menos nos dieran un paracaidas. ¿Nunca os habéis preguntado la cantidad de años que llevarán debajo de esos asientos?
Pues hay quien ha decidido darles una mayor utilidad reciclándolos en estos bolsos salvavidas. No hay dos iguales y puede que a base de usarlo todos los días te aprendas de memoria las instrucciones. Su precio, 129 euros. Ya te veo gesticulando con la azafata, a dúo.
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