¡A dormir la mona, digo la siesta!

¡A dormir la mona, digo la siesta!
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Fue verlo en su día y pensar en la cantidad de perrerías que uno podría hacer con esta almohada. Más que como objeto de descanso esta almohada tendría que ser recetada como objeto de diversión sin límites. Dásela a un niño y verás lo que sabe hacer con ella. Ríete tú de una caja vacía.

Con una forma que parece sacada de Bola de Dragón, esta almohada hermética nos convierte en alienígenas por un rato, justo el que dure nuestra siesta, alienígenas grises, que lo de que son verdes es puro teatro para no reconocerlos un lunes por la mañana en el metro en Madrid.

La almohada se llama Ostrich debido a la evidente forma de avestruz y lo han diseñado unos nipones, concretamente el estudio de arquitectura Kawamura-Ganjavian, algo que a nadie extraña a estas alturas de una película en la que ya conocemos los ataúdes en los que se meten para la siesta. Seguro que lo petan.

Vía | Trecool Sitio oficial | Kawamura Ganjavian

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