Kikos, quicos o maíz tostado, llamadlo y escribidlo como queráis, pero si mezclamos este adictivo aperitivo salado con un poco de chocolate fundido, obtendremos un más adictivo todavía chocolate con kikos que no durará ni un asalto cuando vengan tus amigos y familiares de visita.
Aunque creo recordar que Nestlé tiene una versión de su chocolate con leche que incorpora maíz tostado, la idea se la he tomado prestada a Trufas Martínez, que nos deleitaron con una versión ultrafina y crujiente de esta receta en la inauguración de la exposición Retorno del Sentimiento de la que os hablé el otro día.
Ingredientes
- 250g de chocolate para fundir, 125g de maíz tostado, 25g de mantequilla, papel de hornear
Elaboración
Preparar chocolate con kikos es peligrosamente fácil y rápido, así que os recomiendo no tener los ingredientes siempre por casa, o acabaréis sucumbiendo a la tentación de hacer una nueva "hornada" de este delicioso bocado cada dos por tres.
Lo primero que debemos hacer es triturar los kikos como nunca lo haríamos si fuéramos a comérnoslos uno a uno. Hay quien usa la batidora, pero a mi me gusta el método tradicional del mortero, que deja trozos un poco más grandes y desiguales.
Tras maltratar el maíz un rato, ponemos el chocolate a derretir junto a la mantequilla. El microondas es la forma más rápida y efectiva, en un par de minutos tendremos el chocolate derretido y manejable, listo para incorporar los kikos y disponer la mezcla sobre una lámina de papel de hornear. En este momento he de reconocer que su aspecto es -el de una mierda con tropezones- poco atractivo, pero creedme, pronto se arregla.
Colocamos otra hoja de papel de hornear sobre la masa de chocolate y, con la ayuda de un rodillo, la extendemos todo lo que podamos. Cuanto más fina quede más rico estará luego el chocolate con kikos, así que afanaos antes de que el chocolate se endurezca y sea menos manejable. Luego dejamos que acabe de enfriarse en un sitio seco y protegido de la luz, aunque la nevera también vale cuando ya no esté caliente al tacto.
Por último, cuando ya esté rígida, troceamos la lámina de chocolate con la ayuda de un cuchillo caliente y ya tenemos el chocolate con kikos listo para asombrar a nuestras visitas. Podemos guardarlo con el papel de hornear en una cajita de metal, preferiblemente en la nevera, ya que es bastante sensible al calor.
Tiempo de elaboración | 20 minutos más el tiempo de enfriado Dificultad | Fácil
Degustación
El chocolate con kikos es un bocado perfecto para acompañar el café de la tarde o cualquier tipo de sobremesa o reunión. La combinación de dulce y salado sorprenderá al paladar a cada mordisco, y pocos podrán resistirse a su encanto.
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