Algo que muchas veces no gusta de las grandes cadenas internacionales de cafeterías y restaurantes es que vista una vistas todas. Tienen un estilo y un tipo de mobiliario que se repite en todos los establecimientos y da igual en que país o en que ciudad estés, siempre son los mismos. Pero en Starbucks eso está cambiando.
Ahora algunos de los establecimientos de la conocida firma de cafés tienen ya un estilo acorde con la zona en la que se encuentran y utilizan materiales diferentes dependiendo del lugar. El Starbucks del Mercado de las Flores en Amsterdam es un buen ejemplo de ello. Es un local con personalidad propia y muy diferente a otros Starbucks que encontramos en la mayoría de las ciudades del mundo.
El equipo de diseño de Starbucks ha trabajado para el interior de esta tienda, como podemos ver en la imagen sobre estas líneas, con materiales como el cemento, el mármol o la madera que son los mismos que encontramos en la zona del canal en la que se encuentra el mercado y en las casas que lo rodean.
Incluso hace un guiño al famoso mercado con un mural floral que podemos ver al fondo de la tienda y que llama enormemente la atención. Es agradable ver como se pasa del estilo impersonal y un tanto monótono que suele ser habitual en los locales Starbucks a otro que se mimetiza con su entorno y que analiza lo que le rodea para identificarse con ello.
Los materiales tradicionales de la zona y los guiños al Mercado de las Flores se integran dentro del estilo industrial que es característico en muchos de los establecimientos de la firma. Las sillas, las pizarras o las lámparas de techo, junto con el cemento del suelo, consiguen ese efecto.
El color verde ha sido el elegido para las sillas de la terraza y para las patas de los asientos también en el interior. Ese color acerca el local a la naturaleza que de nuevo se identifica claramente con las flores que se venden a diario en el Mercado.
Aunque a los que nos gusta Starbucks nos gusta más allá de la decoración de sus locales, es positivo ver que poco a poco se renuevan, avanzan en lo que a interiorismo se refiere y sobre todo que se distinguen unos de otros para que la experiencia Starbucks pueda ser diferente en cada ciudad y en cada una de sus cafeterías.
Mirando a la zona de detrás de la barra es relativamente fácil darse cuenta de que se trata de un Starbucks, pero si nos fijamos solo en el resto del local podríamos pensar que es cualquier otro establecimiento típico de la zona, más cálido y acogedor que otros Starbucks que tienen un diseño más frío que parece haber sido realizado en serie.
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