Como sabéis casi todos los vodkas rusos tienen una merecida fama, no en vano esta bebida surgió del frío del Este. Pero lo que quizás no sea tan conocida sea la calidad de los vodkas escandinavos, más allá de las marcas más comerciales como Absolut o Finlandia, entre otras, lo cierto es que allí encontramos algunas obras maestras para los amantes de esta bebida.
Hoy os hablamos de Purity, una marca sueca de vodka que quizás no sea muy conocida para el gran público pero que goza de un gran prestigio. De hecho esta marca ha sido reconocida recientemente como el mejor vodka del mundo por la Grand Vodka Master 2013, algo así como los Oscars del vodka.
Lo curioso es que se hace con el galardón por tercer año consecutivo, algo que ninguna otra marca de vodka en el mundo había conseguido con anterioridad. El secreto lo tiene Thomas Kuuttanen un master blender sueco que decidió darle el toque ancestral a una bebida con tanta historia, basándonse en la receta tradicional sueca, que posee algunas peculiaridades respecto a la rusa sin ir más lejos.
El resultado es un vodka con cuerpo, suave pero con carácter, elaborado a partir de trigo, cebada de cultivo bio y agua de manantial, aunque su verdadero secreto reside en su proceso de elaboración a través de un alambique de cobre y oro, destilándose un total de 34 veces para que alcance ese toque tan característico y diferenciador.
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