Soy muy cafetera, por lo que los cafés de Starbucks no son mi especial debilidad. Pero si visitas Estados Unidos, entrar en una de estas cafeterías es el paraíso: tras probar cafés aguados, su amplia carta se convierte en el paraíso cafetero. Y allí sus cafeterías no son como en España que siguen una misma línea y una misma decoración. Para nada. recuerdo que en mi estadía en Los Ángeles me molaba entrar en cada uno de ellos ya que mostraban una decoración totalmente distinta. El que está situado en Venice es romántico y rococó, mientras que el de Culver City es de lo más hipster. Pero sin duda no hay Starbucks más alucinante que el nuevo situado en Nueva Orleans: sencillamente es una pasada.
Y es que este nuevo lugar intenta ser una mirada al pasada de la ciudad de Louisiana. Para ello los diseñadores se fijaron en el barrio donde se encuentra ubicado y los estilos de vida que habitan en él. Los detalles marcan la diferencia, por ello decidieron que artistas locales como Jason Horton y David Borgerding, participasen en el proyecto aportando su talento creativo.
Es mirar las imágenes que nos llegan (pues no he tenido el honor de verlo en persona) y alucinar con el mobiliario elegido: sillas schoolhouse vintage, saxos convertidos en originales y llamativas lámparas, paredes forradas de antiguas fotografías… Me flipa.
Parece imposible que esta cafetería tan cuidada y con detalles tan auténticos corresponda a un Starbucks. ¿Qué os parece? Yo ya tengo ganas de que este tipo de iniciativas den comienzo en nuestro país.
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