Por el momento ya veo que no es su intención y es que acaban de presentar su nuevo modelo y el que será su tercera generación. Yo ya he tenido las dos anteriores y juraría que este va a ser el siguiente, siempre que los 2 cm. que ha ganado en anchura (ahora mide 39 cm.) no me afecte. Abandona su característica forma redondeada que lo hacía tan retro, mostrando ahora un frontal completamente plano con las esquinas curvas e incorpora un reloj digital en la zona inferior. Es como si hubiera dejado de ser aquel antiguo televisor que parecía para convertirse en uno de plasma. Aún más bonito.
Mantiene su opción Crisp que te permite cocinar patatas o carne con apenas aceite, aunque a mi no me termina de convencer su resultado, y estará disponible en dos colores: blanco y aluminio. Su precio dependiendo de la gama que elijas es 139 ó 199 euros.