Con el correr de los meses, la compañía contestó a sus requerimientos haciéndole saber que no producía esas letras por problemas técnicos. Así, ante la ausencia de la U y la W, Pastas Gallo dijo: "Lamentamos, profundamente, que las Ursulas, Eustaquios, Wenceslaos, Eusebios, etc, tengan dificultades para escribir su nombre".
Tiempo después, y con la campaña todavía en marcha, el blogger recibió en su casa la grata noticia (acompañada por un paquete de sopa) de que tanto la U como la W habían sido incorporadas en el alimento. Pero no todo termina allí, dado que la carta indicaba que la fábrica estaba trabajando en la incorporación de la Ñ y la @, "para ponernos al día y dar gusto a los Muñoz y los Iñigos, entre otros".
Desde aquí nuestras felicitaciones para Abel, el blogger que hizo justicia con la sopa y, por supuesto, para Pastas Gallo que con gran sentido del humor respondió a las inquietudes de un consumidor y, sobre todo, puso remedio al problema de formar ciertas palabras con su famosa sopa.
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