Recuerdo cuando Ikea aún no se había instalado en mi ciudad como esperaba ansioso el momento de hacerme con uno de estos ejemplares que irremediablemente me haría viajar hasta Madrid en busca de alguna de sus novedades.
Ese interés se ha ido perdiendo año tras año y aunque aún no me puedo resistir a ojear cada una de sus páginas en cuanto cae en mis manos, ha desaperecido esa necesidad de visitar inmediatamente uno de sus establecimientos.
Creo que en esta edición hay pocas novedades, me da la sensación que se están estancando un poco y, al menos a mi, el estilo Ikea me empieza a aburrir.
Si a esto unimos que cada día es mayor la oferta de muebles con un diseño actual y precio accesible para todos los bolsillos, más vale que los suecos se pongan a diseñar como locos y nos impresionen con un rompedor catálogo en el 2010. Hasta entonces todo un año con más de lo mismo.
¿Ya tienes tu catalogo 2009? ¿Qué te ha parecido?
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