
El tener niños en la casa cambia todo. Desde los hábitos más comunes, hasta la disposición de los muebles y los pequeños detalles. Pequeños detalles que marcarán la diferencia a la hora de proteger a los peques.
Es ese el caso de las puertas y las ventanas que pueden llegar a convertirse en los peores enemigos de los bebés cuando comienzan a dar sus primeros pasos o a desplazarse gateando. Es que ya sea el viento o ellos mismos con el afán de jugar a abrir y cerrar, podrán hacer que los dedos queden atrapados produciendo lastimaduras, dolor, llantos...
Entonces, para evitar todo ello habrá que ser precavidos y así, qué mejor que adquirir los productos adecuados para la seguridad de los peques. En este caso he dado, a través de nuestros compañeros de Bebés y Más, con estas piezas de goma llamadas Flux. Las mismas se colocan en diferentes posiciones en puertas y ventanas impidiendo que se cierren o los bebés lo hagan jugando.
Coloridas y llamativas, prácticas y funcionales pero, por sobre todas las cosas, seguras.
Vía | Bebés y Más Más información | Flux