Sí, tan sencillo como eso. Tan fácil como lo he dicho. Tan práctico y funcional que hasta a mi me ha gustado la idea de, ahora, cubrirme de la lluvia con un paraguas.
Claro dado que ahora, una vez cerrado, este se transformará en bolso con sólo algunos movimientos y, de esta manera, se evitará la caída de agua en los espacios cerrados por culpa de un paraguas mojado.
Además, cuando la lluvia haya cesado, podrá llevarse como una bolsa con la comodidad propia de estos productos.
Si bien se trata de un modelo conceptual me ha resultado una idea muy interesante, totalmente aplicable y que podría funcionar muy bien.
Vía | No quedan blogs