El proyecto nace del propósito de impulsar la actividad de las personas mayores de edad, pero su permanente desequilibrio también afecta a los jóvenes. Lo notable, según los autores, es que todos los inquilinos encuentran soluciones útiles. "Hemos decidido no morir" es el eslógan con el que promocionan el bloque. En telegráfico: una casa incómoda (u hostil) alarga la vida.
No contentos con esta ginkana de los ocupantes, el bloque tiene un aspecto estético divertido, con los colores se ven en la ciudades en las que llueve a menudo, pero más creativo en las formas. Como vivir en una atracción de feria, sin el ruido y sin las luces. La imaginación al poder… vivir.
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