El color blanco en el hogar para muchos es más que una moda inspirada en el estilo nórdico, es casi una forma de vida. El blanco es el color que representa la pureza y la luz en todo su esplendor y es por eso que para muchos es el tono perfecto para el hogar.
Sin embargo siempre está bien combinarlo con algún otro tono o material que le aporte calidez, ya que el color blanco aislado puede resultar demasiado frío. Susanna Cots, defensora del blanco como color por excelencia, lo combina a la perfección con madera natural en este apartamento de Barcelona.
La decoración de una casa debe guardar relación con su exterior y con el entorno que la rodea. En este caso nos encontramos con una casa que está junto al mar y es de ese elemento natural del que ha partido la inspiración para amueblarla y ambientarla.
La naturaleza está muy presente en la sala de estar que comparte espacio con el comedor. Las mesas de madera al natural contrastan con los asientos de diseño en tonos claros y un estilo muy moderno. El blanco en paredes y muebles potencia la luz natural que desde el exterior entra por la ventana.
En la cocina el color blanco vuelve a tener gran protagonismo. Las líneas son rectas y lisas, con cajones y puertas sin tiradores marcando la pureza de las formas. Y el acero entra a formar parte del conjunto siendo el material elegido para algunos de los electrodomésticos.
La cocina es pequeña en comparación con los otros espacios comunes y es por eso que el color blanco en este caso es primordial, ya que ayuda a que resulte visualmente ligera y nada agobiante. El espacio se ha aprovechado al máximo para disponer de encimera suficiente como para que resulte funcional a la hora de cocinar.
En el dormitorio se busca el equilibrio entre el blanco y la madera y se añade además un toque de color con el morado de los textiles. La ventaja de introducir el color con los textiles es que si al cabo de un cierto tiempo lo queremos cambiar no tendremos más que modificar esos complementos y es algo muy sencillo.
A la entrada del dormitorio hay una zona que hace las veces de vestidor, en esa zona hay colocado un gran espejo apoyado en la pared que tiene varias funciones, por un lado da mayor profundidad a un espacio que no es muy amplio, por otro refleja la luz aportando mayor claridad y finalmente sirve para que la persona que se viste allí se pueda ver de cuerpo entero.
La misma gama cromática nos la encontramos en el cuarto de baño que tiene continuidad con el dormitorio por tratarse de espacios adyacentes. Amplio y confortable, siguiendo el mismo estilo que el del resto de la casa y de inspiración claramente relacionada con el mar, sale justo a la zona de vestidor que lo comunica con el dormitorio.
El baño se comunica además visualmente con el dormitorio en la zona del cabecero que coincide con el lado de la ducha. Este es un guiño más al binomio exterior interior, que recuerda la relación que siempre hay entre lo que está a un lado de la pared y al otro, ya sea dentro de la casa o entre dentro y fuera de ella.
Terminamos nuestro recorrido en la habitación infantil en la que el color de la madera se suaviza aclarando el tono y en la que además encontramos detalles en colores vibrantes como el fucsia o el amarillo. Los tonos alegres en los dormitorios de los niños marcan siempre la diferencia con respecto a las tonalidades más serias de los espacios de adultos.
Susanna Cots nos demuestra en esta vivienda como el color blanco y las formas puras se pueden contrastar y equilibrar con lo natural de la madera más cálida y como además se puede añadir un toque de color, siempre que se desee, a través de pequeños detalles y de los complementos.
Fotos | Mauricio Fuertes Más información | Susanna Cots
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