La Maruca es el nombre de una conocida playa de Cantabria y también de un fantástico restaurante en la calle Velázquez de Madrid. Paco Quirós y Carlos Crespo son los dos empresarios hosteleros de Santander que apadrinan este proyecto que quiere conjugar la calidad y la elegancia con un aire desenfadado y juvenil en su local.
Se trata de unos de estos restaurantes que están a nuestra disposición prácticamente todo el día, desde las 8 de la mañana hasta las 2 de la madrugada, dieciocho horas non-stop. Así nos sirve desde los desayunos hasta las copas y las cenas pasando por los almuerzos los tentempiés de media mañana y el picoteo afterwork.
Una de las zonas más llamativas del local es la entrada que consiste en una terraza cubierta con suelo climatizado, que nos permite disfrutar del terraceo aún en pleno invierno. Se trata de una terraza del mismo estilo de las que en verano podemos visitar frente al Mar Cantábrico, pero que está situada en pleno centro de Madrid.
Una vez en el interior, el local se divide en dos plantas con varias estancias que nos proporcionan otros tantos ambientes diferentes. En la parte de arriba nos encontramos por ejemplo un pequeño salón e el que desayunar junto a la chimenea y la planta baja es más adecuada para una cena romántica.
El estudio de arquitectura Zooco ha sido el encargado del proyecto de decoración, ellos se han ocupado de la transformación del local y han creado un nuevo espacio mediante planos horizontales de distintos tipos de maderas naturales y planos verticales revestidos con mosaico vítreo de Hisbalit.
Se ha realizado una selección muy cuidada de los muebles correspondientes a cada una de las zonas del local y se han elegido todos ellos en función del ambiente. Además es importante destacar que en el local podemos encontrar varios elementos decorativos que hacen referencia a Santander y obras de arte de Fernando Bermejo.
Pero pasando de la decoración del local a la comida y la bebida que tiene para ofrecer, que no es menos importante, podemos empezar por la carta de vinos. La idea es la de proporcionar una carta de vinos de hoy en día con una buena relación calidad precio y sin pasarse con el número de referencias... cuanto menos bulto más claridad.
En lo que a copas se refiere, lógicamente, no pueden faltar las Ginebras Vintage y las Ginebras Premium para que todo el mundo pueda elegir su Gin tonic perfecto, por supuesto también disponen de tónicas Premium para complementar el combinado.
En cuanto a la comida, para el desayuno La Maruca ofrece, por ejemplo, tostadas con mantequilla y mermeladas caseras o bollería artesana. Y entre las raciones para picotear, para comer o para cenar destacan algunos platos clásicos de la cocina cántabra como Las Rabas de Santander o los pimientos asados de Isla y otros clásicos como las patatas bravas, las albóndigas de ternera y la sopa de pescado. No puede faltar para acompañar un buen postre, siendo la tarta de limón la más recomendada en ese sentido.
El local está abierto de lunes a viernes entra las 8h y las 2h y de 10h a 2h los fines de semana, aunque la cocina cierra un poco antes entre 00h y 00:30h. Por si estáis pensando en pasar por allí os comento que el precio medio suele estar entre los 25 y los 30 euros por cabeza para una cena, razonable si tenemos en cuenta la calidad de lo que ofrece y la zona en la que se encuentra el local.
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