Sí, ya sé que os había prometido nada de dulces, pero no he podido resistirme a esta ligera y refrescante tarta de limón. Tan fácil de preparar que no necesitaréis ni encender el horno, así que no hay excusa para no probarla.
Si os gustan los sabores ácidos podéis prepararla con lima, aunque tanto en su versión original como si cambiamos la fruta, resulta perfecta para finalizar cualquier comida copiosa sin casi, casi remordimientos, pues es bastante ligera al no llevar ni nata ni mantequilla.
Ingredientes para cuatro personas
- 120 g de galletas tipo Digestive o Corn Flakes
- 200 ml de agua
- 60 g de zumo de limón o de lima
- 60 g de azúcar
- 1 sobre de 80 g de gelatina de limón
- 500 g de leche evaporada
Cómo hacer tarta fresca de limón
Comenzaremos triturando las galletas o los cereales hasta dejarlas como un polvillo fino. Las colocamos en la base de un molde de tarta desmontable de 18 centímetros de diámetro, apretándolas bien contra el fondo del molde con un vaso.
Por otra parte en un cacito ponemos el agua, el zumo de limón o lima y el azúcar y cocemos durante cinco minutos o hasta que comience a hervir. Fuera ya del fuego añadimos entonces en forma de lluvia la gelatina y removemos hasta que se disuelva.
Incorporamos la leche evaporada y removemos hasta integrarla. Añadimos esta mezcla encima de las galletas de la base y dejamos en la nevera de un día para otro para que cuaje. Desmoldamos y servimos bien fría.
Tiempo de elaboración | 20 minutos + tiempo de cuajado Dificultad | Muy fácil
Degustación
La tarta fresca de limón podéis servirla acompañada de gajos de fruta, ya sea limón o lima y hojitas de hierbabuena. También queda muy bien en porciones individuales si repartís la mezcla en aros individuales de emplatar que hayáis forrado con film de cocina en su base.
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